Ser gay no va de pasearse desnudos un día al año

Hoy me envían un ¿meme? que vale oro. Tanto, que voy a hacer lo que nunca he hecho: escribir sobre el 17/5, el 17/5... Porque una cosa es no estar del todo de acuerdo con el paquete que representa la ideología de género (¿hay alguien que está del todo de acuerdo con algún paquete ideológico?, eso es muy aburrido, sea el que sea, just saying...), y otra cosa, muy distinta, es negar la realidad y burlarse de ella.

El meme tenía dos partes. La primera decía algo así: No entiendo eso ‘del orgullo gay’. Una persona está orgullosa de sus logros profesionales, de sus virtudes, de sus capacidades, pero no de la persona con quien se acuesta.

¡Bravo! ¿Cómo no haber notado antes lo ridículo que es tener que dedicar un día a decir que, en efecto, con quien se acueste una persona no debe ser motivo de orgullo especial, o lo que es igual, no debería ser tampoco un problema? No, nadie quiere exagerar un orgullo irracional y sin sentido, pero sí recordar que no hay razón para vivir avergonzados.  

Esta persona ha dado en el clavo, pero no se ha enterado: ser gay no va de pasearse desnudos un día al año (aunque a alguno eso le guste más de la cuenta); va de ser una persona normal, como otra cualquiera, y que los demás no cambien el tono de voz o la forma de la mirada cuando ‘saben’... ¡Y estamos lejos de eso!

La segunda parte era mejor, decía mas o menos: Yo no me siento orgulloso de ser heterosexual, pero solo por joder, propongo un día del orgullo hetero.

No sé si reírme, creo que no... Celebre cada cual lo que quiera, con la de días que hay libres en el año como para molestarse por eso. Pero no puedo dejar a nadie hacer el ridículo sin antes, al menos, avisarle.

¿Cuántas veces se han burlado de ti en la escuela porque por la manera de hablar pareces hetero?, ¿Cuántas veces te han mirado con mala cara, incluso te han parado en la calle para darte un discurso, por ir de la mano con tu pareja?, ¿Cuántas veces has dejado de besar a tu pareja en una fiesta, en el cine o el teatro, en un momento fuerte de esos que llevan beso sí o sí?, ¿Cuántas veces has pasado por el trago amargo de tener con un amigo ‘la charla’, sin saber cómo empezar ni qué va a pasar después de que digas ‘soy hetero?, ¿Cuántas veces has sentido que se te traba la lengua y no logras decir: soy hetero?, ¿Cuántas veces has tenido miedo de contarle a tu familia quién es tu pareja?, ¿Cuántas veces les han preguntado a ti y a tu pareja si son novios, y lo has tenido que negar, no por ti, sino porque tu novia aun no se decide a aceptar que es hetero?, ¿Cuántas veces has estado planificando tu futuro con tu pareja pero has encontrado que muchos caminos te son inaccesibles porque no hay manera de formalizar legalmente la relación?

O por ponerse históricos, qué fecha elegirán, el día en que la OMS eliminó la heterosexualidad de la lista de enfermedades? Ah, ¿Qué nunca estuvo? Oh, wow, qué dicha, ¿no?

Pues eso. Que cada cual celebre lo que quiera, y diga lo que quiera. Pero dos segundos de pensamiento bastan para dar un pasito, solo uno, más allá de los propios prejuicios... y de la simpleza, de paso.

Hay cosas criticables. Sí. Lo creo. Pero esta no es la forma. Estas cosas solo prueban que sí hacen falta las jornadas de lucha contra la homofobia...

Por Joeluis Cerutti Torres