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Palabras en la Graduación de Alberto Arian González Valdespino
Vie 05 Nov 2021Jueves 4 de noviembre de 2021
Reverendo Padre Fray Léster Rafael Zayas Días, Orden de Predicadores, Rector del Centro Fray Bartolomé de las Casas. Autoridades Académicas. Distinguidos profesores del Centro. Estudiantes, Sacerdotes, Religiosas y demás invitados:
Es un honor y un placer hacer uso de la palabra en este solemne acto en nombre de todos los estudiantes que hoy recibimos el título académico de bachiller en filosofía. No es una tarea fácil resumir en pocas palabras la gratitud que se siente por este distinguido Centro, custodio de una antigua tradición que tiene raíces tan profundas como La Orden de Predicadores que con sabiduría lo conduce. Raíces santas que se nutren de Santo Domingo Guzmán, Santo Tomás de Aquino, San Alberto Magno y tantos otros hombres de ciencia y fe de los cuáles nos hemos nutrido estos años. Si hemos visto más lejos es porque nos hemos puesto sobre los hombros de estos gigantes, podemos decir parafraseando a Isaac Newton.
La gratitud va hacia nuestros queridos docentes, que durante tres años no fáciles, nos han acompañado con ciencia y creatividad. Ha sido un tiempo de crecimiento espiritual y humano, de descubrimientos y consolidación de conocimientos, años en que nos hemos debido reinventar para dar continuidad a nuestra formación en condiciones de difícil pandemia, de crisis social y económica, de dificultades enormes para el mundo entero y para nuestra Patria. En los tiempos duros del Covid, no faltó la transmisión de la cultura que desde aquí emanó hasta nuestras casas. Muchas veces con grandes sacrificios por parte de los docentes, pero también de nosotros los estudiantes, de nuestras familias y casas de formación.
También ha sido un tiempo especial en el cual hemos conocidos nuevos amigos que quedarán para toda la vida y con los cuales no han faltado los momentos de celebración. Nuestro pensamiento también va en este momento hacia todos aquellos que por distintas circunstancias no pudieron llegar a la meta de este ciclo de estudios, pero estamos convencidos que de algún modo también nos ayudaron a llegar a este momento.
Al final de este camino puedo decir en nombre de los graduados que la formación de estos años nos ha convertido en hombres y mujeres de diálogo, pues el saber filosófico es un diálogo con la verdad y de frente a la realidad, una realidad que con paciencia y humildad estamos llamados a descubrir cada día. Es un hacernos preguntas continuamente, consientes que cada respuesta es un punto de partida para una nueva pregunta. Esto lo hemos aprendido en estas aulas, de las cuáles hemos salidos con más respuestas, pero también con más preguntas y deseos de aprender, de dialogar con la realidad y con las personas que encontraremos en nuestro camino.
Queridos invitados todos, he dejado para el final el agradecimiento más importante, la conclusión y el fin de nuestro camino educativo en este Centro. Toda la pedagogía y la ciencia cristiana se resume en una relación de conocimiento del creador, por eso nuestro agradecimiento más grande y profundo va a Dios, autor y perfeccionador de toda ciencia.
Muchas gracias a todos.
Alberto Arian González Valdespino